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La conducta del votante: análisis de las elecciones capitalinas del 3 de junio.

miércoles, 6 de junio de 2007

Es cierto que el escenario de este cambio fue el de la sofisticada Ciudad de Bs. As., ámbito que siempre se ha caracterizado por no seguir los parámetros políticos del resto del país, pero esto no cambia lo que parece ser el verdadero espíritu del electorado argentino.

En las elecciones del último 3 de junio en la capital se concretó, aun en ciernes, sin por ahora, una repercusión en todo el país, algo que no había existido en toda la historia democrática argentina, al menos en lo que hace a la posibilidad de triunfo: un partido de centro derecha.

En efecto, el partido de Mauricio Macri, PRO, se perfila como el renacer, victorioso en las urnas en este caso (salvo un imponderable, es seguro que ganará el ballottage del 24) del viejo conservadurismo y de la UCeDé.

Esto, que asusta a muchos supuestos demócratas que consideran que la democracia es una lucha entre partidos que piensan igual a ellos mismos, es lo que ocurre en los países que han logrado progresar económica y políticamente, en los cuales la competencia electoral se realiza entre dos partidos, uno de centro derecha y otro de centro izquierda, en ocasiones acompañados por partidos más pequeños con los cuales realizan, en la dinámica parlamentaria, alianzas transitorias.

En nuestro caso los partidos tradicionales como la UCR y el P J nunca tuvieron, mas allá de sus historias como movimientos populares, una clara posición ideológica: nacionalismo, tradicionalismo, populismo, se conjugaron por igual con liberalismo y conservadurismo, a su vez con izquierdismo tercermundista y antiimperialismo, todo esto sostenido bajo liderazgos carismáticos (cuando los hubo) y sin dejar de lado, en ocasiones, el apoyo al otro “partido” no menos ecléctico y ya perimido, el militar.

Luego de décadas de insolvencia administrativa (insolvencia traducida en incapacidad y corrupción) la Argentina vivió la etapa de crisis más importante de su historia, y esta circunstancia dejó a la UCR fuera de juego. En el caso del PJ, su crisis se remonta a la muerte de Juan Domingo Perón, luego de la cual, sin liderazgo que la unifique, solo llegó a sostenerse como maquina electoral, conducida momentáneamente por aquellos que de su seno lograron presidir la nación.

El último que estaba destinado a cumplir con esa serie, Néstor Kirchner, terminó por conformar una suerte de anexo, Frente para la Victoria. Este anexo, que solo sirve para identificar al presidente, hasta el punto de ser mas conocido por la sigla K, es el que se a materializado como de centro izquierda y es el que, justamente como contrapartida, tiene ahora una oposición de centro derecha, con posibilidades de ganar elecciones.

Pero esta no es la única explicación. Otra, de índole discursiva, también ayuda a este fenómeno. Todos conocen el discurso presidencial, cualquier persona que no comulgue con su proyecto es considerado un continuador de las políticas corruptas de los años 90 (que él se empecina, como tantos otros, en confundir con el liberalismo económico, o sea, confunde doctrina económica con latrocinio político), y cuando se deja llevar por el éxtasis de la tribuna, el marketing político, o el simple enojo, nivela a los críticos de su gobierno con supuestos reivindicadores del plan sangriento del terrorismo de estado de los años 70. Cae, en suma, en un discurso abstracto, mixtura de posiciones doctrinarias y de sentencias histórico-apocalípticas.

El otro caso de centro izquierda es el de la candidata a la presidencia Elisa Carrió, quien también exhibe un discurso de ideas genéricas, aunque en su caso tienen que ver con una posición ética como medio para reconstruir una republica debilitada por una historia de golpes militares, incumplimientos constitucionales y corrupción política.

Es así que en estas elecciones, que por cierto aun no están decididas, en capital ambas posiciones fracasaron. La gente, lejos de revisionismos históricos o de loables y necesarias exhortaciones a la honestidad, se mostró preocupada por cuestiones que consideran mas especificas: la administración en la mayoría de los casos, en otros, el problema que implica para el sistema republicado un gobierno hegemónico, tema que para el votante ya a dejado de ser un lejano problema de los politólogos.

Es imposible saber si Macri cumplirá efectivamente con su imagen de ejecutivo hacedor, de su condición de presidente de un club de fútbol no se deduce que sea un buen político, tampoco es intención de esta nota asegurar que lo hará, quizás no cumpla.

Lo que si es indudable es que su elección tiene que ver con esa imagen que él mismo armó con su discurso: la ciudadanía demostró estar mas interesada en hechos concretos, en soluciones a sus problemas y esto no es solo porque la elección fue a nivel local; el posible éxito del gobierno en octubre también responde a un punto pragmático: la bonanza económica, y Lavagna, por ahora el principal candidato de la oposición, justamente lo es por el papel que le toca en este contexto.

“Esta ciudad no será entregada a la derecha”, aseguró, dogmático o arrebatado, Daniel Filmus el día posterior a las elecciones en la capital. Mientras tanto, la gente exige que los políticos cumplan con la constitución o, para ser más mundano y menos abstracto, que cumplan con aquello por lo que les pagan el sueldo, como le ocurre a todo el mundo. Los candidatos ya no disfrutan de un liderazgo a prueba de errores, la ciudadanía se muestra sanamente desconfiada y no hay lugar para movimientos mesiánicos o intimidatorios (o yo, o el diluvio)

La desconfianza es sana en una democracia, promueve la competencia en los hechos concretos, la elección pragmática de una solución u otra, fuese de izquierda o de derecha, y despoja al discurso político de su propensión a la sentencia y a las suntuosidades vacías.

Arriesgo una última opinión: quizás el votante más inteligente sea el no dogmático, aquel que sabe lo que necesita y lo exige, más allá de cualquier esquema prefijado.

Apoyo unánime de la OEA al reclamo por Malvinas

Por Damián Martínez

Tras el discurso pronunciado por el canciller Jorge Taiana, los 34 representantes reunidos en el 37mo. plenario de la organización emitieron una declaración de aval al reclamo que viene formulando Argentina al Reino Unido.

El canciller Jorge Taiana renovó enfáticamente en su exposición la voluntad de "diálogo" que tiene Argentina para abordar el tema, a la vez que remarcó la intransigencia británica para aceptar la invitación e incluso avanzar con acciones "unilaterales".

"Quisiera exhortar al Reino Unido a ajustar su comportamiento a las declaraciones de esta Asamblea General, con el fin de solucionar una disputa que afecta a nuestro hemisferio", expresó Taiana en su discurso.

Agregó que "el Gobierno argentino, al tiempo que impulsa la reanudación de las negociaciones sobre soberanía, ha estado siempre dispuesto a cooperar con el Reino Unido, bajo el debido resguardo jurídico".

"Luego de restablecer las relaciones diplomáticas con el Reino Unido en 1990, ambos países acordamos, bajo fórmula de salvaguardia de soberanía, una serie de entendimientos ad-hoc de naturaleza provisoria referidos al área de la disputa y con la intención de crear, mediante la cooperación bilateral, el clima propicio para reanudar las negociaciones de soberanía", describió.

Sin embargo, "el Reino Unido, en abierta contradicción con la letra y espíritu de estos entendimientos, no ha cesado de realizar actos unilaterales contrarios a la cooperación convenida".

De igual modo, pasó por alto el "mandato de la comunidad internacional y a la Resolución 31/49 de la Asamblea General de la ONU que insta a las dos partes a abstenerse de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en la situación mientras las islas estén atravesando por el proceso recomendado por dicha Asamblea".

"Esos actos unilaterales británicos se refieren, entre otros, a la adjudicación de ilegítimos permisos para exploración y explotación de hidrocarburos y minerales así como actividades conexas de prospección aeromagnética", indicó.

Taiana subrayó que "este accionar unilateral, en abierta contradicción con el compromiso de cooperación asumido en la Declaración Conjunta argentino-británica sobre actividades costa afuera en el Atlántico Sudoccidental del 27 de septiembre de 1995, así como con el mandato de la comunidad internacional, ha llevado a la Argentina a tener que dar por terminado dicho entendimiento".

Recordemos que desde hace un tiempo se viene hablando de la venta de permisos de pesca y derechos de explotación minera y petrolífera por 25 años, en la zona del mar argentino circundantes a las Islas Malvinas.

Juego de niños

Quizás el lector pueda ver en algunos lugares, como jugueterías, a niños malcriados exigiéndoles a sus padres la compra de juguetes que ellos desean. Caprichosos, hasta “inbancables”, los pequeños logran convencer a sus padres por cansancio.

Sería muy alocado pensar en que los chicos de un jardín de infantes, decidan en asamblea, a que color de salita ir. Estos ejemplos extremos, sirven para marcar la ausencia de autoridad de quienes deben ejercerla.

Algo parecido, con los correspondientes cambios temporales, está sucediendo en la Escuela Carlos Pellegrini. El Centro de Estudiantes mantiene tomado el lugar, en protesta de la designación como rector de Juan Carlos Viegas. Pero además, los “puber” están reclamando la creación de un Consejo Directivo y la titularización de los profesores; por supuesto, de los que están apoyando la protesta.

Cabe esta aclaración, dado que la mayoría de los docentes están adheridos al gremio CTERA, organización que comparte algunas de las solicitudes, pero rechazan la medida de fuerza. A raíz de esta diferencia, los maestros están de paro. Los profesores que están en pie de lucha, en vez de dar clases normalmente, pertenecen a AGD-UBA, otro gremio docente.

"La cuestión fundamental es la elección democrática de la autoridad de la escuela y eso ni siquiera se trató", sostuvo el dirigente estudiantil Alejo Ariel. Tiempos surrealistas los que tocan vivir, cuando un joven de 17 años se convierte en “dirigente”. Por otro lado, la exigencia de democratización que enuncian los estudiantes, tiene aroma a soviet, más que a un estadio de igualdad. Mal que mal, vivimos en un Estado democrático, y la Universidad de Buenos Aires goza de suficiente autonomía. Esa autonomía hace legitima y democrática la designación de Viegas.

Por otro lado, llama la atención el concepto de democracia que tienen los jóvenes y que proponen estos nuevos “profesores hippies”. La democracia es una forma de Estado, que representa los intereses de la mayoría, en detrimento de la aristocracia, o de la monarquía. Que estemos viviendo en un Estado democrático, no significa subvertir el orden establecido racionalmente. Esto es, capacidad de mando por un lado y por el otro, la obligación de obediencia. Esta es la mejor escuela para el mando.

Imagínense la “democratización” de todos los ordenes sociales. Por ejemplo una burocracia democrática, donde las decisiones no las tomen jefes, sino que se decidan por medio de una votación igualitaria. Las medidas que se tomen en ese caso no llegarían nunca a la base, ni se cumplirían y el caos podría rebalsar la realidad. O por ejemplo, la “democratización” de la familia, donde los menores tengan la misma voz y el mismo voto que los mayores.

Tanto los profesores como los alumnos –sin luz- deberían entender que el mando y la obediencia también forman parte de la democracia. Sin ellos, reinaría el desorden y la anarquía.

Es sorprendente observar a los padres de algunos alumnos apoyando semejante medida de fuerza. Porque más allá de los dichos del joven Ariel, no se están dictando todas las clases que se deben. El temprano dirigente informó que los mismos alumnos están haciendo de preceptores –como un juego de niños- organizando las horas y demás tareas administrativas. Pero como se ha dicho, la mayoría de los maestros están de paro, esperando que pueda asumir la autoridad.

De seguro, los que adolecen en estas protestas podrán en un futuro no tan lejano hacer el posgrado en la Universidad. Allí entonces, cuando no estén de acuerdo con la designación del rector, harán escraches e impedirán la Asamblea para ese nombramiento durante más de un mes. Como pasó hace unos meses.

Supuestos cambios en el programa

Según los dichos de padres y profesores, la designación de Viegas responden a la intención del Rectorado de la UBA de virar de un perfil humanista a otro más técnico. Con razón, los padres pueden estar enojados, porque ellos eligieron un colegio con las características más apropiadas para sus hijos.

Es posible que se requiera desde las altas esferas un perfil más técnico. Lo cual se justifica debido a los momentos que está pasando la Argentina, y la necesidad de preparar a los futuros profesionales con ese perfil. Desde el punto de vista estratégico no solo es razonable, sino que necesario.

De ser así, debería primar el sentido del bien común, o sea, el que defiende el rectorado de la UBA. Si la necesidad del momento histórico refleja un sentido técnico en la preparación, esta deberá acatarse. Habrá en todo caso otras opciones, y más en el sector privado, para que los jóvenes que deseen una orientación humanística la puedan obtener.

De ser cierta la hipótesis, en algún momento el colegio Pellegrini tiene que cambiar su perfil. Así como lo debería hacer la Facultad de Medicina o la de Derecho. Lo innegable es que el Estado debe promover los estudios en áreas técnicas. La construcción de una nación competitiva, la creación de un sector industrial viable, se debe sustentar desde la educación de jóvenes que puedan ofrecer su fuerza de trabajo en esas industrias.

Si se empieza por el Pellegrini, bienvenido sea.